
Que jocoso es que tu vecino te quiera vender el conejo que el mismo vio salir de tu casa.
Érase un sábado que me encontraba en un boliche de San Miguel. En un momento, una chica irrumpe mi baile y me dice: “Probá este trago, es re fuerte”. Ante mis tres sucesivas negativas, se alejó diciendo: “Cagooona” y haciendo el típico gesto de unir las yemas. A ver croqueta de arroz, yo tuve que empeñar a mi viejo (por cierto papá, ya te voy a ir a buscar, tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero iré a por ti) para comprarme una misérrima botellita de Doctor Lemon que se me terminó calculo en 22 centésimas, y una botella (que compartimos entre 4 debo agregar) de Frizze Azul tengo·menos·alcohol·que·una·galleta·de·agua, y vos me querés convencer de que te compraste un trago carísimo, que estaba re bueno y encima pegaba bien, y con toda la bondad que te invade saliste a repartirlo por todo el boliche? ¡No me jodas croqueta!